VILLA LA ANGOSTURA - NEUQUEN - PATAGONIA ARGENTINA

Lechuza de Campanario (Tyto alba)

Nombre vulgar: Lechuza de Campanario
Nombre Científico: Tyto alba
Orden: Strigiformes
Familia: Tytonidae

Longitud: 34 centímetros, longitud del ala: 274-297 milímetros, peso: mayor a 350 gramos, longevidad: hasta 15 años, puesta: 4-6 huevos, incubación: 23-30 días.
Ave de inconfundible aspecto. Presenta una cara acorazonada de color blanco, sobre la que destacan dos penetrantes ojos oscuros. El pico, de tono claro, que se halla inmerso entre el abundante y finísimo pulmón de los discos faciales, es muy ancho y se prolonga hasta detrás de los ojos, lo que le permite tragar sus presas enteras. Estos discos, delimitados por una línea de plumas parduzcas poseen la vital función de la óptima conducción de los sonidos a los discos auditivos del ave, que se encuentran inmediatamente después de los ojos. Uno de sus rasgos característicos es lo dorado de su dorso, interrumpido por múltiples manchas grisáceas, que en ocasiones componen el color de la gran mayoría del plumaje. El vientre de esta especie es de un color claro, en ocasiones de un blanco puro, salpicado por puntos pardos. Sus garras se encuentran parcialmente recubiertas de plumas Tienen los dedos cubiertos por unas cerdas de tono blanquecino, color que habitualmente no conservan dando un aspecto sucio. Poseedora al igual que casi todas las aves de presa de unas extremidades inferiores con afiladas uñas de color negro. A excepción del pico, ojos y garras, está recubierta de un finísimo plumaje, que la dota de un vuelo absolutamente silencioso. Las plumas remeras de sus alas, al igual que del resto de las rapaces nocturnas, tienen el borde externo ligeramente desflecado, lo que evita que el roce con el aire delate su presencia en el vuelo. Animal de vista extraordinaria. Los globos oculares están, a diferencia de en muchas aves, dirigidos hacia delante, lo que las permite calcular las distancias. Sus ojos poseen una retina pobre en conos (células sensibles al color), pero muy rica en bastones (células sensibles a la intensidad luminosa) De este modo puede ver a sus presas en una oscuridad casi total, aunque realmente se guíe del oído para localizarlas. Sus enormes ojos, son tan grandes que no pueden moverse dentro de sus órbitas, por lo que para fijar su vista en un objeto que no tengan enfrente han de girar la cabeza. Su capacidad de giro es asombrosa de más de 230 grados. Los machos y las hembras son muy semejantes en aspecto del plumaje aunque éstas últimas son ligeramente mayores.



Si bien tiene hábitos nocturnos, en los inviernos más crudos, cuando escasea el alimento, puede verse obligada a cazar de día, de lo que el apelativo de nocturna no sea del todo riguroso. Esto último hace que durante el invierno sea más fácil verla. Fuera del invierno, durante las horas de luz se halla en una posición somnolienta e inmóvil entre las ramas de algún frondoso árbol o en lo alto de un campanario. Durante el atardecer “cantan”, emitiendo gritos sordos y gemidos similares al llanto de un niño humano, comunicándose entre ellas. Según avanza la noche, esta actividad cesa y se preparan para la caza. Tienen 2 formas de cazar, recorriendo el terreno con un vuelo bajo o desde un posadero. Si perciben el ruido de un ratón entre la hojarasca, giran su cabeza hacia él y una vez fijado el objetivo y comprobado que ningún obstáculo se interpone entre ellas y su presa se lanzan en un silencioso picado dándole muerte. Una vez capturado el alimento, y por la dificultad que tienen en fijar su vista en un objeto que tienen muy próximo a ellas, debido a la inmovilidad de sus ojos, tragan la presa entera, dejando que sus potentes jugos gástricos se ocupen de ella. Las partes indigestibles del cuerpo del animal engullido, son devueltas tras unas horas, en una especie de pelota compuesta por huesos, plumas, uñas y pelos de sus presas, gracias a contracciones peristálticas de su esófago. Estas pelotas compactas, de 30-60 por 18-26 mm, se denominan egagrópilas y son regurgitadas con una frecuencia aproximada de 1 durante el día y otra durante la noche.
Aparte de la persecución humana, tienen pocos predadores, aunque los grandes búhos pueden cazar algún ejemplar.
Habita en todo el territorio argentino.

Referencias: www.freebirds.com.ar Aves de Patagonia, Tierra del Fuego y Península Antártica. E.Couve & C. Vidal www.xeno-canto.org

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